Entrevista a Javier García-Egocheaga Vergara
El caso de los agotes es extraordinario. Se trata de un colectivo humano, al que, en puridad, no podríamos denominar pueblo, raza, etnia ni nada parecido que fue cruelmente marginado durante más de cinco siglos. El comienzo de esta discriminación se remonta a fechas muy tempranas -por lo menos al S.XV- y se mantiene en algunos lugares hasta principios del S.XX. En la actualidad, en lo que fue su último gueto, el barrio de Bozate en Arizkun, todavía se puede respirar la psicosis fétida de aquel terror antiguo. Por mucho que ya no exista ninguna forma de marginación, sólo hace falta remover un poco esa basura para que vuelva a envenenar el aire con su hedor….
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