Los periodistas, que tan proclives son a ensañarse con el idioma, aciertan en ocasiones (contadas, todo hay que decirlo) cuando se sacan de la manga expresiones recién paridas, palabras de nuevo cuño o pintorescos significados para las ya existentes. A veces incluso nos abruman con inesperados hallazgos lingüísticos, como el de aquel plumilla deportivo que proclamaba que el padre de un futbolista era “su más efervescente seguidor”. No puedo menos que regocijarme imaginando...

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